El periodo conocido como de la Patria Nueva se
inicia a partir del triunfo de los patriotas chilenos en la batalla de
Chacabuco (12 de febrero de 1817), con la posterior asunción de O'Higgins al
mando de la nación, y termina con la abdicación del mismo en un cabildo
efectuado el 28 de enero de 1823.
Primeras Medidas de O’Higgins
Una vez que el Ejército
Libertador comenzó a liberar al país, uno de los primeros actos del
gobierno de O'higgins fue el rescate de los chilenos
confinados en Juan Fernández.
El "Águila", barco
apresado en Valparaíso, navegó en la búsqueda siendo restituidos a sus hogares.
El regreso fue celebrado en aquel puerto y en Santiago.
Pero en lo que O'Higgins puso el
mayor empeño fue en la organización de un nuevo ejército, previendo que los
realistas que dominaban la provincia de Concepción habrían de intentar algún
ataque, y si ellos no lo intentaban, el Virrey del Perú no tardaría en enviar
un nuevo contingente de tropas que fuese a reconquistar el territorio.
A lo anterior se suma el
destierro del obispo Rodríguez Zorrilla por tener un carácter realista en su
actuar
El Coronel Las Heras consiguió
dominar hasta la ribera sur del Bío-Bío. El general Freire, por otro lado,
tomaba la plaza de Arauco.
Mariano Osorio regresa a
restaurar el régimen realista
A fines de 1817, estaba de
regreso en la bahía de Concepción, el brigadier Mariano Osorio, quien al mando
de 3.200 hombres desembarcó en Talcahuano y pasó a la ofensiva, obligando a
O’Higgins a replegarse al norte.
En tales circunstancias, ordenó
el Director Supremo la redacción de un acta de independencia, cuyo texto,
firmado el 1 de enero de 1818 en Concepción, fue dado a conocer en Talca el día
2 y jurado públicamente en Santiago el 12 de febrero.
Pero tales manifestaciones de
soberanía no impidieron el avance de Osorio al norte, consiguiendo incluso
derrotar a los patriotas el 19 de marzo en la Batalla de Cancha Rayada donde O’Higgins resultó
malherido.Cuando al día siguiente del desastre llegaron a la capital las
primeras noticias, se produjo la más triste conmoción de desaliento y de pesar.
Muchos comenzaron a prepararse para emigrar otra vez a Mendoza.
Se corría el rumor de que
O'Higgins y San Martín habían perecido o estaban prisioneros. Otros afirmaban
que el Ejército realista venía hacia Santiago y que las fuerzas patriotas no
podrían oponerle resistencia.
Cuando ya iban transcurridos tres
días de angustia, surgió la figura de Manuel Rodríguez, quien hizo reunir
un cabildo abierto para arengar al pueblo. La popularidad del guerrillero
aumentó desde ese instante debido a su frase celebre: "¡Aún tenemos
patria, ciudadanos!". Inmediatamente después, repartió armas al
pueblo y formó un batallón como de 200 hombres, al que llamó Húsares de la Muerte, porque
debía llevar por divisa una calavera pintada de blanco en fondo negro.
La Batalla de Maipú,
triunfo decisivo
Después del desastre de Cancha
Rayada, la tarea del momento consistía en reunir todas las fuerzas que aún
quedaban en pie, para defender a la capital contra el Ejército de Osorio, que,
moviéndose lentamente, avanzaba hacia el norte.
Había que presentar una batalla
que sería decisiva en la suerte de la revolución chilena y aun americana;
porque si era perdida, la Independencia argentina peligraba, y si era ganada,
la Expedición Libertadora del Perú, que tenía resuelta San Martín, sería un
hecho.
Sin embargo, la suerte final de
ambos bandos quedó sellada el día 5 de abril de 1818 en la Batalla de Maipú,
donde las fuerzas patriotas dirigidas por San Martín consolidaron la
independencia de Chile. El grito de "¡Viva la Patria!" se escuchó en
toda la capital.
En ese instante O'Higgins había
salido, con las tropas que guarnecían al vecindario y con numerosa gente del
pueblo, en dirección a Maipú. No había podido resistir la impresión que le
causaban el ruido de los cañones y el olor de la pólvora que el viento traía
hasta la ciudad. Al ver a San Martín, expresó con fuerza “¡Gloria al salvador
de Chile!”, a lo que San Martín le habría respondido: "Chile no olvidará
jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presenta al campo de
batalla".
El 9 de octubre de 1821, el
coronel patriota José Joaquín Prieto derrotó a Benavides en la Batalla de las
Vegas de Saldías (Chillán). La carrera de este defensor realista finalizó con
su ejecución en febrero de 1822.
Las desventuras de los Carreras
Bernardo O´Higgins controla el
poder en el nuevo Chile. Sin embargo, desde el principio se vio envuelto
en dificultades de suma gravedad.
Los políticos dirigentes se
hallaban divididos en dos partidos personales: los carreristas, y los
o'higginistas.
La historia de Carrera lo sitúa
en un plano dificultoso, tanto con O'Higgins como con San Martín. Sus hermanos,
Juan José y Luis, son caudillos sediciosos con el propósito de arrebatar a
O'Higgins su recién inaugurado gobierno.
Sin embargo, son apresados en
Mendoza, donde por medio de un proceso fueron condenados a muerte y ejecutados
en esta ciudad. Semejante hecho causó en Chile un resquemor enorme y los amigos
de los Carreras hicieron desde ese día una encarnizada oposición al Director
Supremo.
Entre ellos se cuenta a Manuel
Rodríguez. O'Higgins decidió apresarlo y trasladarlo a Quillota. En el camino,
cerca de Tiltil, el oficial de la guardia que lo iba custodiando lo hizo
asesinar por algunos soldados, con el pretexto de que había intentado fugarse.
Fue a fines de mayo de 1818.
Por su parte, José Miguel
Carrera, aislado en Montevideo, no pensó ya sino en vengar a sus hermanos; pero
primero decidió transformarse en montonero. Se mezcló en las contiendas civiles
de las provincias argentinas; organizó una terrible montonera con los chilenos
que en aquel territorio vivían, queriendo desestabilizar al gobernador
Pueyrredón.
La organización de la hacienda
pública
Entre las medidas que el director
y su Ministro, José Ignacio
Zenteno, con el propósito de
aumentar las entradas al nuevo fisco, estuvo la apropiación de los bienes de
los realistas; establecieron derechos de aduana y un estanco del tabaco, y en
la imposición de nuevos y pesados tributos a las poblaciones y campos que
dominaban las armas patriotas: donativos y préstamos forzosos, requisiciones de
animales y forraje para el Ejército, contribuciones mensuales y anuales
extraordinarias, etc. Con todos esos “impuestos” o tributos, la renta anual alcanzó
a subir a más de dos millones de pesos.
Sin embargo, la agricultura
y la minería, fuentes constantes de la producción del país, se resentían de las
perturbaciones guerreras y de los métodos rutinarios empleados todavía en su
explotación.
Y aun cuando el gobierno dictó
diferentes leyes en su ayuda, y hasta algunas tarifas aduaneras protectoras que
gravaban la internación de productos similares, poco se consiguió en su
beneficio. A lo anterior se suman dos terremotos que se hicieron sentir en
aquel mismo tiempo, uno en 1819, que arruinó a Copiapó, y otro en 1822,
que arruinó a Valparaíso.
Bernardo O'Higgins
(Chillán,
Chile, 1778 - Lima, 1842) Político y militar chileno, prócer de la
independencia chilena. Era hijo natural de Ambrosio O'higgins y de una joven criolla, doña Isabel
Riquelme y Mesa. Por conveniencias sociales, el niño recién nacido fue llevado
a Talca, donde se crió al cuidado de don Juan Albano Pereira y de su esposa,
doña Bartolina de la Cruz.
Cuando
cumplió once años regresó a su ciudad natal para seguir estudios en el colegio
de los religiosos franciscanos, pero no permaneció mucho tiempo en Chillán,
pues su padre, a la sazón gobernador de Chile, decidió que completara su
educación en un centro más selecto, como era el Convictorio de San Carlos, en
Lima, donde permaneció hasta los 17 años.
El
futuro libertador de Chile se puso de nuevo en camino, siguiendo las
instrucciones de su padre. Esta vez se dirigió a Cádiz y de allí a Inglaterra,
donde estudió en una academia inglesa y donde, además de materias científicas
como geografía, botánica o matemáticas, aprendió francés, música, pintura y
esgrima. Durante su estancia de tres años en Gran Bretaña vivió una apasionada
aventura amorosa, al tiempo que crecía en él el interés por la política. En
este sentido, la relación con el prócer venezolano Francisco de Miranda le
introdujo en la senda revolucionaria.
El 18 de
septiembre de 1810 colaboró activamente con Juan Martínez de Rozas en la
creación de un cuerpo de milicias y la convocatoria de un Congreso Nacional,
para el que obtuvo el acta de diputado por Los Ángeles. Luego se trasladó a
Santiago y se integró en el Tribunal Superior de Gobierno. Siguió después una
confusa etapa en la que las luchas políticas se mezclaron con asonadas
militares, que desembocaron en un proceso legislativo más activo y
liberalizador. El golpe militar de José Miguel Carrera le condujo a la cuarta
Junta Gubernativa, pero las intrigas y desavenencias provocaron el cansancio de
Bernardo O'Higgins, quien se retiró a los trabajos de su hacienda.
Cuando
vivio en Argentina hizo amistad con José de San Martín y entre ambos organizaron el Ejército
de los Andes, que cruzó la Cordillera en enero de 1817 como fuerza
emancipadora, y obtuvo la decisiva victoria de Chacabuco, que abrió las puertas
de la capital. El 16 de febrero, una ciudadanía entusiasta ofrecía el mando supremo
del Estado al victorioso general. Sin embargo, los intereses prioritarios no
pasaban entonces por la política sino por la guerra y fue preciso continuar la
lucha en el sur, aunque la suerte ya estaba echada y los realistas dejaron de
ser una amenaza seria para la Independencia de Chile, que fue proclamada
formalmente el 12 de febrero de 1818.
Tras la
batalla de Maipú pudo el general dedicarse plenamente a las tareas de gobierno.
Acordó de inmediato un reglamento constitucional que determinaba sus atribuciones
y deberes y creó un Senado con funciones legislativas y consultivas. La nación
a la que ayudó decisivamente a nacer fue libre y unitaria en gran parte gracias
a su esfuerzo. La libertad podía saborearse plenamente; libre era el comercio
que abarrotaba el puerto de Valparaíso, libres las personas para circular sin
pasaporte. La inteligencia y la cultura comenzaron a prosperar, pues en los
pueblos se construían escuelas, se creaban bibliotecas y se impulsaban las
artes.
Creo la constitución de 1822 , se creia que su mandato se prolongaba por
otros 10 años pero no fue asi tras las amenazas por parte de Freire y su
descontento , cosa que preocupo a la elite capitalina quien solicito la
renuncia de ohiggins y asi fue el renuncio y luego de eso se dirigiria a Peru
donde en 1842 fallecería.